Ya con poco más de una semana desde que se encuentra disponible en Netflix, el ‘Milagro en la celda 7’ sigue entre el Top 10 de tendencias… al menos en México.
Milagro en la celda 7 (El Nacional) |
Me habían platicado sobre esta película, comentando sobre lo emocional y buena que les
pareció, de inmediato quise saber ¿será tan buena como dicen?
Para empezar, hay que tomar en cuenta al director que nos
trae una tercera versión de esta historia (remake), Menmet Ada Öztekin, quien
tiende a combinar elementos del drama con la comedia (algo propio de su estilo),
lo cual aquí no faltó; pero me causó cierto ruido al que ya llegaré.
Me pareció bien lograda la creación (adaptación) del
contexto en el que se desarrolla, un tipo de dictadura militarizada donde la
injusticia y el abuso de poder, son el pan de cada día, se logra sentir la impotencia
de vivir ante un sistema de esa índole.
Y es ahí donde comienza la historia de nuestro protagonista
Memo (Aras Bulut İynemli).
Milagro en la celda 7 (Sensa Cine) |
Un padre amoroso, trabajador y muy noble con cierta
discapacidad mental mostrada dentro del film, como una comparación relacionada
a tener la misma edad que su hija Ova (Nisa Sofiya Aksongur), una niña de unos 6
o 7 años aproximadamente.
Nisa Sofiya (Depor) |
Una vez que sabemos la condición de Memo, lo que vemos venir
es el desencadenamiento de una serie de sucesos trágicos, que nos hace
espectadores de una gran injusticia por parte del poder, acusando y
sentenciando a nuestro protagonista por un crimen no cometido. Una búsqueda y
hallazgo de responsables sin importar el cómo ni porqué de lo acontecido, la
muerte accidental de la hija del comandante a cargo de la región, el cual solo
quiere hacer pagar a alguien por lo sucedido.
Maltratos físicos y psicológicos que pudieron llevarnos por
el camino de la reflexión, pero nos dirigen hacia la pena.
Teniendo todo este contexto, el mensaje pudo ser la
indiferencia de la sociedad hacia la inocencia, y como se suele callar las
versiones de lo no que nos parece importante conocer. Incluso de la ignorancia
en cuanto al trato que se le da a una persona con discapacidad, sin embargo,
esta película solo busca el aplauso fácil.
Lo rescatable puede ser que la fotografía es de lo más
destacable, a cargo de Torben Foroberg. Hermosos paisajes que transmiten
libertad, felicidad y deseos de segundas oportunidades al revivir los
recuerdos. Espacios reducidos que te hacen partícipe como si fueses un
prisionero más dentro de la celda, el problema aquí, es que por más bonito que
lo presentes, las actuaciones no las terminas de creer.
Milagro en la celda 7 (Niú) |
De hecho, en ciertos momentos me recuerda al personaje de
Ben Stiller en ‘Una guerra de película’ (Tropic Thunder), donde hace una crítica
brutal hacia este tipo de actuaciones.
Si no fuera por la música que nos empuja a sentir, la mayoría de escenas no funcionarían. Escenas forzadas que en lugar de generar empatía, crean misericordia.
Es ahí donde mi opinión me tachará de insensible ante algunos,
pero igual me pregunto, ¿era necesaria la discapacidad de Memo? Porque de no
ser así ¿habría tenido el mismo impacto?
Lo menciono con referencia a los momentos que nos “distraen”
de la desgracia hacia una risa rebuscada, ya que son acciones relacionadas a su
condición mental, derrumbando cualquier argumento de defensa, al ser mostradas
como “torpeza”.
Milagro en la celda 7 (Desde la Cuna) |
De alguna forma funciona… no se si mejor que sus antecesoras
‘7 beon bang – ui seon – mui’ (Corea, 2013) y ‘Pushpaka Vimana’ (India, 2017)
pues me falta verlas, pero donde el milagro se cae en esta versión turca del
año pasado, es al final.
Teniendo todos los elementos “a su favor”, la última
decisión fue la peor desde mi punto de vista.
Pudo tener un final crudo y realista donde el mensaje se
enfocase en como sentenciamos la inocencia cuando la hemos perdido, sin
embargo, “pecamos de pecadores” (e ingenuos), pues en el afán de llevarnos a un
final feliz, la muerte de un personaje pasa desapercibida, siendo casi
irrelevante con tal de “salvar” a nuestro protagonista.
Para mí, una película palomera y hasta ahí… pero muy buena
si no ves los huecos y detalles que están para pensarlos 2 veces.
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